En las lomas y sierras aún no roturadas tanto en alcornocales como (y sobre todo) en los acebuchales, se desarrolla una ganadería protagonista por excelencia de festejos populares. El toro bravo de lidia se ha consolidado durante las últimas décadas en todo el Campo de Gibraltar, la Janda y la Campiña de Jerez, ayudando a la conservación de la mayoría de dehesas y fincas del entorno. Directamente asociada a la implantación secular de la ganadería en estas sierras y campiñas gaditanas, se vertebró una intrincada red pecuaria de cañadas, cordeles y coladas, unidas normalmente en los descansaderos y abrevaderos.

La enorme extensión y número de estas vías pecuarias refleja la importancia de la ganadería en estas tierras. En la actualidad, la ausencia de movimientos masivos de ganado permite nuevos usos turísticos, compatibles con la conservación de este dominio público de origen medieval.

La ruta del Toro reune junto a su tipismo y su monumentalidad artística de verdadero valor, la singularidad de que a lo largo de su recorrido pueden contemplarse las diversas ganaderías de toros de lídia que pastan en sus campos, constituyendo el toro bravo, en su ámbito natural, una estampa de insólita belleza.

Cuando en el siglo XVIII el espectáculo de las corridas de toros comienza a convertirse de distracción caballeresca en actividad profesional, la ganadería brava se ve en la obligación de experimentar una evolución paralela. Cádiz, como en el toreo referido y el cante, fué pionero indiscutible, y a principios del siglo XVIII don José Gijón había logrado una ganadería cuyos ejemplares destacarón por la alzada, la codicia y la ligereza.

Partiendo de Jerez de la Frontera, la ruta comprende los municipios de San José del Valle, Paterna de Rivera, Medina Sidonia, Alcalá de los Gazules, Benalup, Los Barrios, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera, San Roque, Algeciras y Tarifa. Y es en la mayoría de ellos, donde a día de hoy se mantienen fiestas tradicionales de gran arraigo, en las que el toro bravo es el gran protagonista. Entre ellas destacan la fiesta de la Independencia de Benalup, con su popular suelta de novillos durante el fin de semana del festivo, y las fiestas de San Jorge de Alcalá de los Gazules (celebradas a finales de Abril), donde esta vez serán las reces más jóvenes (vaquillas) la que recorrerán las calles del pueblo.

En los municipios de Arcos de la Frontera, Vejer de la Frontera, Paterna de Rivera, Benamahoma y los Barrios, incluso llega a señalarse la finalización de la Semana Santa con sus tradicionales sueltas de toros bravos. Todos los Domingos de Resurección se celebra la suelta del Toro del Aleluya de Paterna y Arcos, donde se llegan a soltar hasta tres toros repartidos entre el Sábado de madrugada y el Domingo en el caso de Paterna, y dos en la mañana del Domingo en Arcos. Este festejo de profundas raíces lleva señalando la finalización de la Semana Santa en Arcos desde 1784.