Entre las playas de arenas finas y blancas, que caracterizan al término de Tarifa, la de los Lances destaca por su extensión y belleza, además de por atraer a surfistas de todo el mundo. Enmarcada en la zona más al Sur del continente, contempla, por un lado, el Estrecho de Gibraltar y la costa africana y, por el otro, la Sierra de los Montes de Tarifa.
Este paisaje queda enriquecido por el aporte de los ríos de la Jara y de la Vega que, junto con el arroyo Salado, crean un espacio de gran riqueza natural. Su abundancia en peces y moluscos atrae a un mamífero peculiar en este entorno, la nutria, que se esconde en los carrizos y juncos de las orillas.
Dentro del Paraje Natural también es posible encontrar humedales condicionados por las mareas y pastizales inundados, cuya salinidad se suaviza según las lluvias anuales. En estas condiciones, brotan espartinas y almajos. Entre ellas, los aficionados a la ornitología podrán fotografiar correlimos y chorlitejos, aves que aquí encuentran un entorno favorable para reproducirse. En la Playa de los Lances se concentran en los días de vientos desfavorables, en gran cantidad, una interesante variedad de aves migratorias como águilas, halcones y milanos, a la espera de que mejoren las condiciones para cruzar el Estrecho.
Por su situación fronteriza, con vientos y corrientes marinas, el fondo del mar guarda un importante patrimonio submarino con diferentes pecios. Estos barcos hundidos, en enormes fondos arenosos hasta la ensenada de Bolonia, son un añadido a la hora de practicar el submarinismo. Además, al igual que en todo el Parque Natural del Estrecho, se ofertan multitud de actividades, desde paseos en barco para avistar ballenas y delfines hasta toda variedad de deportes de viento, como el windsurf. Asimismo, se organizan visitas para conocer el casco histórico de Tarifa, con su imponente recinto amurallado y una gastronomía destacada por el pescado, las tagarninas y los caracoles.